4 de marzo de 2015

Según el Lector: Espinosaurio, ¿Bípedo o Cuadrúpedo?

Saludos, apreciados lectores.

Hoy, tenemos una nueva entrada para la sección "Según el Lector" y esta vez, trataremos una controversia que se ha ido intensificando durante los últimos meses sobre uno de los terópodos más enigmáticos. La misma se resume en la pregunta: ¿Era el Espinosaurio cuadrúpedo o bípedo? Antes de contestar a esta interrogante, veamos la información de la que disponemos.

Tras la publicación del nuevo estudio sobre el Espinosaurio publicado por Nizar Ibrahim y sus colegas el 12 de septiembre de 2014, se levantó una gran polémica sobre la locomoción de este terópodo.

Izquierda: Representación de Ibrahim y su equipo
Derecha: Versión propuesta por Andrea Cau
Ilustración de Randomdinos de Deviantart

En su estudio, Ibrahim y sus colaboradores enuncian que el Espinosaurio pudo haber sido el primer terópodo cuadrúpedo, siendo una excepción a la regla. Como es sabido, el estudio parte de la recuperación de un nuevo espécimen, el cual presenta huesos bien preservados de las patas traseras, revelando que éstas son proporcionalmente más cortas que las de cualquier otro terópodo. Además, los huesos de las caderas, incluyendo la pelvis, también eran bastante reducidos. En adición, los resultados de su estudio sugieren que el centro de masa del animal no estaría situado sobre sus caderas, como se ve normalmente en los terópodos, sino más adelante en su cuerpo. Esto, en conjunto con el diseño corporal del dinosaurio, el cual era de estructura cilíndrica, llevó a los investigadores a pensar que aunque las patas en realidad parecen ser bastante fuertes, no lo eran lo suficiente para permitirle a la criatura soportar todo su peso usando sólo sus patas traseras, llevándolos a concluir que el Espinosaurio se vería obligado a adoptar la postura cuadrúpeda para balancearse mientras se trasladaba en tierra, apoyándose sobre sus fuertes patas delanteras, como lo hacen otros dinosaurios como por ejemplo, los prosaurópodos, los hadrosaurios y los iguanodóntidos, siendo así un cuadrúpedo facultativo capaz de desplazarse ocasionalmente con dos patas y ocasionalmente, usando las cuatro.

Espinosaurio cuadrúpedo de Ibrahim y su equipo

Sin embargo, muchos paleontólogos no coinciden con esta idea, pues varios estudios han revelado que las patas delanteras de los terópodos no estaban diseñadas para la locomoción cuadrúpeda, pues no presentan adaptaciones en el arco escapular, el antebrazo y los huesos del carpo que les dotara de la fuerza y movilidad requerida para dicho tipo de desplazamiento, a diferencia del patrón que se ve en los prosaurópodos y ornitópodos. A esto se suma el hecho de que los pocos huesos encontrados de las patas delanteras del Espinosaurio (específicamente, los falanges) sugieren que la morfología de los brazos no era muy diferente a la de los de un terópodo convencional. No obstante, debido a que aún no se han identificado más huesos de los brazos del Espinosaurio, la controversia está lejos de concluir, pues si bien éste presentaba excepciones en las patas traseras, pudo o no haberlas presentado también en las delanteras, mas no hay suficiente material para determinarlo con exactitud.

Recientemente, el paleontólogo italiano, Andrea Cau publicó en su blog una hipótesis sobre la posibilidad de que el Espinosaurio pudiera haber asumido una postura trípode (casi erguido y utilizando su cola como apoyo). Esto lo hizo basándose en un estudio realizado el pasado año que explora la posibilidad de que algunos diplodócidos pudieran haber hecho lo mismo.

Según esta nueva hipótesis, las altas espinas neurales del Espinosaurio permitían una mayor inserción de los músculos epiaxiales (los que se extienden a lo largo de la columna vertebral), lo que fortalecería la columna vertebral. Su cuerpo no era tan robusto como el de otros terópodos y la parte frontal era relativamente grácil y por último, presentaba una cola considerablemente larga, proveyendo mayor espacio para los músculos epiaxiales de la parte trasera del cuerpo, que actuaría como una palanca que le permitiría al animal elevarse y mantener una posición trípode. Sin embargo, es de notar que este tipo de postura probablemente sólo podría ser mantenido de forma temporal debido al diseño corporal de la criatura, además de que el peso que ejercería la vela dorsal dificultaría asumir tal postura. Por otra parte, otros expertos, como Jaime A. Headden ya han expresado sus dudas ante este planteamiento, indicando que espinas neurales flexibles implicarían que el animal tuviese más dificultades para pasar de una posición horizontal a una casi vertical, ya que eso sólo se contrarrestaría con una musculatura epiaxial más corta y ancha con tal de que los músculos actúen sobre áreas más pequeñas y así ejerzan mayor fuerza en los huesos para poder mantener esta posición.

El Espinosaurio trípode de Andrea Cau
Ilustración de Michael Vall de Deviantart

No obstante, poco después de la publicación del estudio de Ibrahim, Andrea Cau ya había publicado una hipótesis sobre la posibilidad de que el Espinosaurio, como el resto de los terópodos, fuese capaz de desplazarse en dos patas. En ésta sugiere una posición parecida a la apreciable en los pelícanos y otras aves de pesca actuales, la cual ubicaría el centro de masa del animal en un punto no muy distinto al de otros terópodos, permitiéndole moverse en dos patas sin demasiado esfuerzo. Esta postura consiste en que el dinosaurio contraería sus brazos levemente y posicionaría su cuello de una forma casi perpendicular al cuerpo, el cual estaría sujeto a las largas espinas neurales mediante una serie de ligamentos que le ayudarían a sostener el peso de la cabeza. Estas adaptaciones en conjunto con su larga cola, le permitirían al animal asumir la postura bípeda de forma constante y en un estilo no muy distinto al visto comúnmente en los terópodos.

 Versión del Espinosaurio en "postura de pelícano" de Andrea Cau

Sin embargo, cabe destacar que aún existe controversia sobre las dimensiones de las patas traseras publicadas por Ibrahim y sus colegas, la cual iniciaría cuando Sott Hartman revisara las estimaciones de la región pélvica y las patas traseras en la reconstrucción de Ibrahim y Sereno y encontrara que éstas no parecían ser consistentes con las propuestas en el estudio, siendo reducidas en un 27% en el modelo, por lo que las patas traseras y la región pélvica pudieron haber sido un poco más grandes. De ser esto cierto, el centro de masa probablemente estaría localizado más cerca de las caderas, permitiendo al Espinosaurio asumir la posición bípeda sin problemas. No obstante, Hartman admitió que sus procesos de medición no eran del todo exactos poco antes de contactar a Ibrahim para aclarar sus dudas sobre el asunto, quien respondería que las medidas del equipo fueron tomadas con precisión, además de que su reconstrucción tampoco es 100% exacta y que actualmente está trabajando en una monografía más detallada sobre los datos obtenidos y los procesos implementados durante la investigación. Ibrahim también mencionó algunos detalles sobre los procesos de medición, con algunos de los cuales, Hartman estuvo de acuerdo y con otros de los cuales, no lo estuvo. Posteriormente, en respuesta a varias dudas presentadas por el paleontólogo Mark Witton sobre este asunto, Simone Maganuco, quien participó en el estudio, indicaría que la discordancia entre los valores publicados y los propuestos se debía posiblemente a la falta de una imagen que incluyera los puntos de referencia utilizados para tomar las medidas y para determinar la escala implementada, imagen que fue provista a Witton, quien tras probar las técnicas sugeridas, obtuvo resultados similares a de Ibrahim y sus colegas. A partir de entonces, la controversia sobre las proporciones de las patas traseras de esta criatura ha cesado, mas no ha culminado.

Versión del Espinosaurio de Scott Hartman

Desde que se hizo pública la nueva apariencia del Espinosaurio, la postura y locomoción de esta criatura ha sido objeto de polémica. En menos de un año, diferentes hipótesis se han formulado con el fin de explicar cómo se desplazaba este terópodo y es probable que muchas más sean presentadas eventualmente.

¿Cómo creen ustedes que se desplazaba el Espinosaurio en tierra? ¿Piensan que pudo haberse movido sólo sobre sus patas traseras sin problemas pese a las proporciones de éstas? ¿Creen que pudo haber presentado adaptaciones para la locomoción cuadrúpeda en las patas delanteras? ¿Opinan que hubo un error durante el proceso de medición en el nuevo estudio? ¿Tiene alguna idea distinta sobre cómo se movilizaba este animal en tierra firme? Denos su opinión en los comentarios.