22 de diciembre de 2011

Dinoficha: Dilophosaurio

¡Saludos, lectores!

Sé que van casi dos meses desde mi última entrada, así que les pido disculpas por tener el blog tan desatendido. Pero les traigo noticias: ahora que estoy de vacaciones, tengo pensado traerles varias novedades en esta época navideña, comenzando con esta nueva dinoficha sobre uno de los terópodos más fascinantes y controversiales conocidos por la ciencia, el Dilophosaurio.


Dilophosaurio

Localización: Norteamérica y (Posiblemente) Asia
Clasificación: Saurischia
Orden: Terópodo
Familia: Dilophosáurido
Significado del nombre: “Lagarto con dos Crestas”
Tamaño: 6 metros de largo
Período: Jurásico
Dieta: Carnívoro

Características
Con una longitud de 6 metros, una altura de 2.5 metros y un peso de casi media tonelada, el Dilophosaurio fue uno de los mayores dinosaurios carnívoros durante el principio del período Jurásico y uno de los primeros grandes terópodos que la Tierra haya conocido. Su nombre significa “Lagarto de dos crestas”, haciendo referencia a su característica más impresionante, las dos crestas semicirculares que se encuentran en la parte superior de su cabeza, las cuales se extienden desde la parte posterior del cráneo hasta el comienzo de las fosas nasales. Además de por sus crestas, el Dilophosaurio se caracteriza por tener una boca con una estructura estrecha y poco profunda, lo que la hacía débil. Esta estructura posee una apertura llamada “diastema”, la cual estaba ubicada en la parte delantera de la boca y era producto de una débil unión entre los huesos maxilares y premaxilares del cráneo. Otra característica sobresaliente de este terópodo primitivo es que posee dientes largos pero con una base pequeña y de amplitud basal. Como muchos terópodos basales, el Dilophosaurio cuenta con la presencia de cuatro dedos en sus patas delanteras, de los cuales, el cuarto estaba empezando a reducirse, dando lugar a la clásica característica tridáctila vista en la mayoría de los terópodos posteriores. Cada uno de estos dedos estaba provisto de fuertes garras perfectamente diseñadas para desgarrar carne y manipular comida, por lo que los científicos coinciden en que este carnívoro utilizara, más que su boca, sus patas delanteras a la hora de cazar. Este carnívoro poseía patas traseras largas y fuertes que medían cerca de 1.65 metros y culminaban en dedos de hasta 25 cm. Estas extremidades anteriores le daban al Dilophosaurio la capacidad de alcanzar grandes velocidades de 41 km/h y cada una de sus zancadas se extendían hasta 2.13 metros. En la película “Jurassic Park” el Dilophosaurio se demuestra con una versión muy peculiar. Se demuestra con un tamaño mucho menor al del animal real, además de poseer una membrana en su cuello, similar a la del lagarto Clamidosaurio y la capacidad de escupir veneno sobre sus presas. No obstante, no existe ninguna evidencia de que este terópodo haya contado con estas características pero eso no significa que deje de ser un animal sorprendente.

Descubrimiento y Hallazgos
Durante el verano de 1942, los paleontólogos Samuel P. Welles y Jesse Williams desenterraron los primeros fósiles de Dilophosaurio jamás encontrados en el estado de Arizona, Estados Unidos. Desafortunadamente, los restos no estaban lo suficientemente completos como para confirmar que se trataba de una especie nunca antes vista hasta aquel entonces. Por esa razón, se pensó que los fósiles pertenecían a un terópodo encontrado en Inglaterra, el cual fue el primer dinosaurio en descubrirse, el Megalosaurio. 22 años más tarde, en 1964 se encontró el primer cráneo de Dilophosaurio y se comprobó que los restos del supuesto Megalosaurio anteriormente encontrado pertenecían a un terópodo completamente diferente. No fue hasta 1970 que Welles describió al animal y le dio el nombre de Dilophosaurio, que significa: “Lagarto de Dos Crestas”, refiriéndose al par de crestas óseas que se extienden sobre el cráneo. Con esta nueva descripción, Welles convirtió al “Megalosaurio wetherilli” que había descrito en 1954 en “Dilophosaurio wetherilli”. Desde entonces, aproximadamente media docena de esqueletos de Dilophosaurio ha sido descubierta en las cercanías de los fósiles que descubrieron Welles y Williams, incluyendo una nueva especie, la cual fue llamada “Dilophosaurio breedorum”. En agosto de 1987, un hallazgo hecho en China despertó el interés de la paleontología cuando se descubrieron los restos de lo que entonces se consideró como una posible especie de Dilophosaurio. No obstante, en 2013, un estudio realizado por el Dr. Philip J. Currie y algunos colegas revelaría que este espécimen pertenecía en realidad a la especie Sinosaurus triassicus.

Cresta Doble
La característica más sobresaliente del Dilophosaurio es el par de crestas semicirculares que se extienden sobre su cabeza. Las crestas son óseas pero muy finas y frágiles, y están paralelas una de la otra, formando un surco entre las mismas a lo largo de la parte superior del cráneo. Éstas estaban formadas con los huesos premaxilar, nasal y lacrimal. La forma y la casi completa conservación de las mismas data de que alguna vez estuvieron cubiertas de una fina capa de piel y hasta compuestas por vasos sanguíneos. Los paleontólogos coinciden en que el Dilophosaurio empleaba esta cresta doble como un medio de comunicación. Es posible que cuando el animal estaba vivo, las crestas hubiesen adoptado una coloración brillante y llamativa. Éstas pudieron haberle servido al Dilophosaurio como un método de señales para atraer parejas y alertar rivales. Es muy probable que en los machos, las crestas presentaran un tamaño mayor y una coloración más brillante que en las hembras, de la misma manera que ocurre con muchos animales de la actualidad. Algunos científicos sugieren la posibilidad de que en el caso de los machos, éstas cambiaran de color al momento de seducir a una hembra. De igual manera, se piensa que las hembras también las utilizaban al menos como reclamo para así alertar a sus rivales. Cualquiera que haya sido su función, no cabe duda de que la cresta doble del Dilophosaurio fue una de las más sorprendentes maravillas de la naturaleza.

Hábitat
El Dilophosaurio vivió desde hace 200 a 190 millones de años en lo que en la actualidad es el Sur de Estados Unidos. En ese tiempo, la Tierra estaba constituida por un gigantesco continente al que los científicos llaman Pangea, el cual estaba separándose en dos masas de tierra llamadas Laurasia y Gondwana. Norteamérica y Asia estaban unidos, formando parte de lo que estaba empezando a ser Laurasia. En aquel entonces, esta enorme masa terrestre estaba constituida por grandes selvas tropicales abundantes en helechos y cicadáceas. Era un mundo frondoso que disfrutaba de clima un clima cálido y de una amplia variedad de ríos, lagos y otros cuerpos de agua dulce. No obstante, la presencia de rocas sedimentarias ricas en fragmentos de arena data la existencia de dunas de arena en las cercanías de estas selvas, lo que significa que habían lugares arenosos y poco exuberantes, posiblemente, debido al continuo cambio climático producido por el proceso de movilización de los continentes. Los paleontólogos piensan que el Dilophosaurio permanecía cerca de los cuerpos de agua, alimentándose de criaturas pequeñas, crías de otros dinosaurios y posiblemente, de carroña.

Comportamiento
Gracias a sus crestas, el Dilophosaurio es uno de los dinosaurios cuyo comportamiento es frecuentemente estudiado. Se piensa que este par de crestas era utilizado como señales de cortejo o de intimidación. Según los paleontólogos, los machos usaban esta cresta doble como lo hacen algunos animales actuales, exhibiéndolas para atraer a las hembras en tiempos de reproducción o para intimidar a machos rivales en esos momentos. También se cree que pudo haber servido para ahuyentar a otros dinosaurios carnívoros a la hora de competir por el alimento. Por otra parte, los estudios del cráneo de este animal revelan que su estructura mandibular era relativamente débil. Ésta poseía un “diastema” que dividía la fila de dientes ubicada en el premaxilar de la que se ubicaba en el maxilar. Esta característica era útil para capturar animales pequeños, pero demasiado frágil para abatir presas de gran tamaño. Debido a esto, los paleontólogos sugieren que el Dilophosaurio se limitaba a cazar presas pequeñas y débiles. Además, es posible que se haya alimentado de carroña. Otro aspecto interesante es que el Dilophosaurio practicaba la cacería en grupo. Esto se sabe gracias al hallazgo de tres esqueletos encontrados uno al lado de otro que datan de que los animales murieron en el mismo lugar, al mismo tiempo. Además, un descubrimiento consistente en huellas de Dilophosaurio ha revelado que varios individuos andaban juntos y se movían en la misma dirección. Estos hallazgos demuestran que el Dilophosaurio vivía y posiblemente, cazaba en pequeños grupos. Muchos paleontólogos piensan que de esta forma, el Dilophosaurio empleaba técnicas para acorralar presas pequeñas o bien, lo suficientemente grandes como para abastecer al grupo. Posiblemente, perseguía presas débiles y las acorralaba antes de usar sus afiladas garras para darle muerte y así disfrutar de un botín en equipo. Del mismo modo, se cree que pudo haberse concentrado en grandes grupos de presas pequeñas que produjeran suficiente alimento para un grupo de Dilophosaurios o que se las ingeniara para atacar a las crías de otros dinosaurios, mientras uno o más de los miembros del grupo distraían a los adultos.

3 comentarios:

  1. Muy bueno. ¿Podrían hacer una del Tarbosaurus o del Acrocanthosaurus (si es que no las hicieron ya)?
    pd. en el título pone dinofiha, no dinoficha. Saludos

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  2. Gracias, David. Y respondiendo a tu pregunta, ya tenemos una ficha del Acrocanthosaurio (en caso de que aún no la hayas visto). Del Tarbosaurio, sin embargo, aún no tenemos ninguna, pero puedo publicarla en un futuro cercano. Por otra parte, gracias por avisarme del error en el título. Ahora mismo lo arreglo.

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  3. Nota: Este artículo fue actualizado en agosto de 2013. Perdone los inconvenientes.

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