Muy buenas, estimados lectores. Hoy me complace traerles una noticia sobre la descripción y nomenclatura de dos nuevas especies de géneros terópodos anteriormente descritos.
Uno de ellos es el Alioramus altai, descubierto en el Desierto de Gobi, Mongolia en el año 2001 por un grupo de expedicionarios del Museo Americano de Historia Natural dirigido por Mark A. Norell y Michael Novacek. Recientemente, el espécimen fue nombrado por el estudiante de paleontología de la Uneversidad de Columbia, Stephen L. Brusatte. A diferencia de su especie hermana, el Alioramus remotus, este ejemplar posee un par de pequeños cuernos en frente de los ojos, similares a algunos de los tiranosáuridos posteriores que habitaron en Norteamérica, como el Gorgosaurio y el Albertosaurio y además es levemente más pequeño que la otra especie. Sin embargo, comparte el mismo “reborde pentálofo” (línea recta de cinco crestas) en la parte superior del cráneo con el anteriormente descubierto A. remotus. No obstante, es posible que ambos especímenes pertenezcan a la misma especie y que las diferencias que éstos presentan sean producto de características particulares entre macho y hembra.
La otra especie es el Nothronychus graffami. Este nuevo descubrimiento pertenece a uno de los grupos más extraños conocidos dentro del linaje terópodo: los terizinosáuridos, una de las pocas familias de terópodos herbívoros, mayormente conocidos en Asia y osiblemente originarios de ese continente. La palabra “Nothronychus” significa perezoso con garras, su binomial graffami le fue dado en honor a su descubridora Merle Graffam, quien encontró el fósil en el estado de Utah. Este espécimen es el tercer fósil de terizinosáurido descubierto en Norteamérica y parece ser además, el más primitivo, no sólo por ser más antiguo que su especie hermana, el Nothronychus mckinleyi, sino porque comparte más características con los terizinosáuridos asiáticos que con el anteriormente mencionado. De hecho, hay quien piensa que esta nueva especie pertenece a un género distinto, más cercano a los ejemplares asiáticos que al N. mckinleyi. Algo sorprendente sobre el descubrimiento de esta nueva especie de Nothronychus es que se halló en rocas marinas, lo que sugiere la posibilidad de que el espécimen haya muerto en una tormenta, siendo arrastrado hacia el mar, por lo que es posible que el animal haya vivido en las cercanías de las costas de Utah, que en aquel entonces era un pantano tropical cercano al mar.
Bueno, eso es todo por ahora.
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