31 de octubre de 2009

Nuevo Terópodo Descrito

Hola, en primer lugar.

Me complace traerles esta noticia sobre una nueva especie de terópodo recientemente descrita. Un carnívoro relacionado con el famoso Allosaurio, al cual han llamado Australovenator wintonensis. Sus restos fueron descubiertos a mediados de 2006 en Australia y hace poco en 2009, el Dr. Scott Hocknull lo describió y lo nombró, como el “Cazador del Sur” (significado de su nombre). El espécimen completo podría medir hasta 6 metros de largo y 2 de alto. Sin embargo, sólo una pequeña parte del esqueleto ha sido encontrada. Los fósiles sólo consisten en unas tres costillas, una pata trasera casi completa y de la otra, sólo la tibia, la parte inferior de los brazos, la parte delantera de la mandíbula inferior y varios fragmentos de garras. Aún así, es el terópodo más completo que se haya descubierto en Australia y el material fósil es suficiente para revelarnos a un eficiente cazador con brazos largos, garras afiladas y dientes finos y curvos. El Dr. Hocknull indica que este animal de constitución ligera pudo haber pesado aproximadamente 50 kilogramos, haciéndolo un animal liviano con relación a su tamaño, lo que quizá le pudo haber permitido alcanzar velocidades considerables mientras corría. Debido a que se trata de un hallazgo reciente, el Australovenator aún no ha sido completamente clasificado pero se piensa que pudo haber pertenecido a la misma familia del Neovenator, el Fukuiraptor y el Afrovenator. Sin embargo, sus restos demuestran claramente que se trata de un allosauroide primitivo que vivió a mediados del Cretáceo, desde hace unos 98 a 95 millones de años A.C.

He aquí una imagen con los restos encontrados comparados con la posible aparencia física del Australovenator y con el tamaño promedio de un un ser humano:



Y ¿cómo no? Aquí está la reconstrucción:

6 de octubre de 2009

T-rex: Un Evidente Depredador

Si comenzamos a hablar sobre un terópodo en particular, ¿cómo no comenzar con el más conocido de todos ellos?: ¡El poderoso Tiranosaurio rex! En esta ocasión, veremos desde una perspectiva las estrategias alimenticias que practicaba este legendario dinosaurio carnívoro. Y para aprovechar la oportunidad, informo que este tema será también en conmemoración a la fecha del 6 de octubre de 1905, día en que el T-rex fue descrito y nombrado por el paleontólogo Henry Fairfield Osborn, jefe de su descubridor, Barnun Brown.

Como sabrán, uno de las interrogantes más controversiales que se ha planteado la comunidad científica sobre el Tiranosaurio rex es si era un depredador o un carroñero. Se han realizado varios estudios y diversas teorías han sido planteadas durante años, y esta investigación aún continúa firme el día de hoy.
No obstante, estos días, la mayor parte de las pruebas apuntan de cierta forma, a un comportamiento predatorio y la mayoría de los científicos coinciden en este planteamiento. Según muchos paleontólogos, algunas razones por la que se puede afirmar que el T-rex practicaba la caza activa son las presentadas a continuación:

Los agudos sentidos del olfato y la audición estaban perfectamente diseñados para permitirle al Tiranosaurio rex localizar alimento a distancias considerables. Además, los ojos del Tiranosaurio tenía los apuntaban hacia el frente, lo que sugiere visión binocular, la cual es perfecta para hacerle ver una imagen a gran proporción de su entorno y para distinguir la distancia entre él y un punto fijo, tal como un cuerpo en movimiento. Esta adaptación es común en los depredadores. Algunos estudios han demostrado que su nervio óptico era pequeño con relación al tamaño de su cerebro, lo que implicaba que su sentido de la vista no fuera muy eficiente en la oscuridad (como se ve en Parque Jurásico). Por esa razón, es probable que, en la noche, dependiera de sus otros sentidos y del movimiento. Esto, por supuesto, implica comportamiento depredador debido a que si su audición fue potente, pudo escuchar cada uno de los movimientos de animales vivos y si su visión dependía del movimiento, entonces pudo haberla utilizado para divisar presas vivas, ya que es muy poco probable que viera un cadáver moviéndose. Ciertamente, su gran sentido del olfato puede se indicio tanto de un depredador, como de un carroñero. Sin embargo, también se debe tener en cuenta que depredadores, tales como los lobos, los osos e incluso otros dinosaurios como los dromeosaurios (raptores) poseían un sentido del olfato muy potente y no lo utilizaban sólo para divisar carroña.

Otro aspecto interesante es la disponibilidad de presas, tales como hadrosaurios, ornitomimosáuridos, ceratópsidos y ankylosáuridos. Los últimos dos grupos contaban con defensas formidables que podían usar contra carnívoros poderosos como el T-rex. Además, los otros carnívoros con los que el Tiranosaurio compartía su entorno eran demasiado pequeños y sin suficiente fuerza como para enfrentar y derribar a estos herbívoros y hasta ahora, el único terópodo en ese ecosistema lo suficientemente grande como para combatir a los mismos es el Tiranosaurio rex.

Además, no podemos olvidar su entorno. Se sabe que el T-rex vivía en bosques subtropicales, aunque también abundaban planicies inundables con poca presencia de árboles y más abundantes en vegetación baja. Estos lugares eran alimentados frecuentemente por ríos que nacían en valles cercanos y desembocaban en el mar. Es probable que el Tiranosaurio acechara oculto entre la vegetación alta de las zonas más exuberantes a las manadas de herbívoros que se alimentaban en las cercanías.

Otro dato a mencionar es la velocidad a la que corría este animal. Hay estimaciones que oscilan entre 30 y 70 km/h. No obstante, algunos científicos afirman que los músculos de las patas del Tiranosaurio eran considerablemente fuertes y proveían gran tracción a las mismas. Ellos establecen que el T-rex podía superar por mucho los 30 km/h como velocidad máxima, aunque ciertamente, si alcanzara una velocidad de 70 km/h el riesgo en una caída sería mortal, ya que al caer se quebraría expuesto a quebrarse la mayoría de los huesos del vientre y la parte pectoral e incluso, sus músculos, por lo que gran parte de los expertos sugiere la probabilidad de que el Tiranosaurio rex alcanzara una velocidad oscilante entre 40 km/h y 50 km/h, a las que el riesgo durante una caída sería mucho menor.Sin embargo, la velocidad a la que se movía este dinosaurio sigue siendo objeto de debate. Aún así, es bastante probable que el T-rex contara con adaptaciones formidables que le permitieran correr a velocidades altas para un animal de su tamaño.

Cabe también destacar que otros depredadores, como los carnosaurios y los megalosaurios no contaban con varias adaptaciones visibles en el Tiranosaurio, tales como la visión binocular, por lo que se podría decir que son mejores candidatos a considerarse carroñeros, mas, sin embargo, rara vez se considera que practicaban exclusivamente la necrofagia. Por consiguiente, si el Tiranosaurio tenía bastantes adaptaciones que bien pueden atribuirse a un depredador (y a uno muy formidable), no es raro que caiga en el mismo grupo que los linajes mencionados anteriormente como un enorme depredador.

Otro factor a considerar es el metabolismo del animal. Es imposible que el T-rex pudiera sobrevivir alimentándose exclusivamente de carroña y carne en descomposición, ya que tendría que caminar grandes distancias durante horas enteras en busca de carne muerta y considerando que ésta empieza a perder su valor nutricional en poco tiempo, esto abre paso a una contradicción: el Tiranosaurio no estaría recibiendo la energía necesaria para recorrer esos trayectos. Eso significa que el T-rex debía encontrar una fuente de alimento que le permitiera reponer energía a un ritmo bastante rápido y por si fuera poco, un animal de 12 a 15 metros de largo y de 5 a 7 toneladas de peso implica un metabolismo capaz de quemar calorías a un ritmo sorprendentemente rápido (considerando que, como las aves, los dinosaurios fueran endotérmicos). De modo que este tipo de dieta, aunque bien podría hacer que el T-rex se sienta "lleno", no le estaría proveyendo los nutrientes necesarios ni estaría reponiendo la energía que requería el dinosaurio para realizar largas caminatas, por lo que lo más probable es que muriera de hambre antes de llegar a la siguiente fuente de alimento.

Sin embargo, lo más sorprendente es el hallazgo de los fósiles de un Triceratops y de un Edmontosaurio con marcas de mordidas de Tiranosaurio, las cuales evidentemente sanaron y cicatrizaron, lo que sugiere que el Tiranosaurio los atacó en vida. Además, nuevos estudios sobre las mandíbulas del T-rex han revelado que éste podía ejercer una fuerza superior a las 4 toneladas de presión al morder, dotándolo de la mordedura más poderosa de todos los vertebrados terrestres conocidos (por "terrestres" entiéndase que caminan sobre la tierra, pues se tiene conocimiento de animales marinos con una fuerza mandibular superior). Esto indica que el T-rex debía lidiar con animales poderosos y, a menudo, recurrir a la violencia, indicando comportamiento predatorio, ya que de lo contrario, no necesitaría adaptaciones que hicieran de él, uno de los animales más fuertes de su ecosistema (si no el más fuerte).

En conclusión, podemos decir que el Tiranosaurio rex fue un depredador de artillería pesada en el mundo de los dinosaurios y aún lo sería si estuviese presente en la actualidad, arrebatándole al león el título de "el rey de la selva". Sin embargo, como todo animal carnívoro, si la cena ya estaba servida, no perdería la oportunidad de devorar un cadáver que se encontrara en su camino o de robárselo a otros depredadores. Todo es cuestión de supervivencia.