¡Saludos! Pues hoy retomamos la sección de las dinofichas con uno de los terópodos más controversiales conocidos. Con ésta, deseo también aprovechar para saludar a los lectores que visitan el blog desde Argentina, hogar de quien hoy es la estrella del blog, un enorme carnívoro que se ha inculcado en la imaginación de muchos y que conocemos por el nombre de Giganotosaurio carolinii.
Giganotosaurio
Localización:
Sudamérica
Clasificación:
Saurischia, Terópodo, Carcharodontosáurido
Significado
del nombre: Lagarto Gigante del Sur
Tamaño:
13 a 15 metros de largo
Período:
Cretáceo
Dieta:
Carnívoro
Características
El Giganotosaurio es uno de los
terópodos más grandes conocidos, llegando a medir más de 13 metros de largo y 4
de alto y llegando a pesar entre 4 y 8 toneladas, aproximadamente. Su diseño
corporal poco robusto, característica distintiva entre los
carcharodontosáuridos. Su cráneo es amplio, profundo y de estructura triangular,
mas las aperturas en el mismo lo hacen más liviano. En éste presentaba unas
mandíbulas compuestas por cerca de 60 dientes afilados y serrados. Éstos eran
finos y curvados hacia atrás, estando perfectamente diseñados para desgarrar
carne, mas no eran aptos para triturar huesos. En adición a esto, se sugiere
que sus mandíbulas, pese a ser relativamente fuertes, no estaban hechas para el
forcejeo, llevando a los expertos a teorizar que este depredador mataba a sus
presas infringiendo heridas serias y luego esperaba hasta que éstas murieran
exhaustas por la pérdida de sangre. Su cráneo, como el de todo allosauroide,
presenta ornamentaciones en frente de las órbitas oculares y que se extendían
casi hasta las fosas nasales. Éstas no parecen ser demasiado prominentes, pero
se piensa que en vida pudieron haber servido como un mecanismo de comunicación
entre miembros de la misma especie, siendo quizá de un color llamativo que tendría
utilidad a la hora de atraer pareja o de ahuyentar rivales. Sus patas traseras
eran relativamente cortas con relación a las de otros allosauroides, pero a su
vez, eran fuertes y presentaban un fémur levemente más largo que la tibia,
proveyendo al animal de buen sostén para su macizo cuerpo mientras se movía. Por
otra parte, hay quien sugiere que su constitución corporal lo hacía poco más
ligero que otros terópodos de tamaño similar y que es posible que esto lo
ayudara a moverse con agilidad. También es de tener en cuenta que sus patas
delanteras, a pesar de ser comparativamente cortas con relación a las de otros
terópodos, eran relativamente fuertes y estando provistas de tres dedos
equipados con largas garras, es probable que fuesen un arma formidable a la
hora de cazar o de combatir con potenciales competidores por el alimento, el
territorio o el derecho a reproducirse.
Descubrimiento e Historia
Descubiertos por Rubén Carolini en
1993 en la provincia del Neuquén, Argentina, los primeros fósiles de
Giganotosaurio ya indicaban que se trataba de algo grande e importante. Los
mismos fueron descritos en 1995 por Rodolfo Coria y Leonardo Salgado, causando
revuelo. Este primer ejemplar consistía un 70% del esqueleto, el cual incluía
parte del cráneo, la pelvis, parte del hombro, una de las patas traseras y
parte de la columna vertebral. Esto permitió a los autores estimar una longitud
aproximada a los 13 metros, mas eso sólo fue el principio. Tres años más tarde,
en 1998, tras una serie de estudios y comparaciones, se descubrió que un
dentario parcial hallado en 1987 parecía encajar con perfil del género descrito
por Coria y Salgado, pero éste claramente pertenecía a un ejemplar de mayor
tamaño. Desde entonces, se han propuesto estimaciones aún superiores a las
propuestas por Coria y Salgado y el Giganotosaurio ha pasado a ser uno de los
terópodos más grandes conocidos. Con estos hallazgos, se reveló la presencia de
un nuevo tipo de terópodos que demostraría que la fauna cretácica de Sudamérica
era más diversa y compleja de lo previsto.
Grande, pero no el más Grande
El Giganotosaurio es hasta ahora
el terópodo más grande conocido de América del Sur. De hecho, cuando su
hallazgo fue revelado públicamente en 1995, el Giganotosaurio ganó fama como el
primer terópodo en superar en tamaño al legendario Tiranosaurio rex y durante
cerca de una década, mantuvo el título del dinosaurio carnívoro más grande
conocido. Sin embargo, estudios posteriores revelarían que este titánico
terópodo tiene una fuerte competencia. Una revisión del holotipo llevaría a
reestimar las dimensiones poco superiores a los 13 metros inicialmente
propuestas, revelando una longitud menor y aproximada a los 12.5 metros. No
obstante, el segundo ejemplar parece ser un individuo un 6% u 8% más grande,
para el cual se propone una longitud de entre 13 y 15 metros. Aún así,
actualmente se conocen otros terópodos que rivalizan en tamaño con el
Giganotosaurio, como el Espinosaurio, el Carcharodontosaurio y el propio
Tiranosaurio rex, cada uno de los cuales se conoce por material que permite
realizar estimaciones hipotéticas, pero razonables, siendo el Espinosaurio para
el que actualmente se proponen las mayores medidas en términos de longitud y el
Tiranosaurio para el que se proponen las mayores estimaciones en cuanto a
altura, siendo levemente superiores a las del Giganotosaurio. Sin embargo, no
hay duda de que el Giganotosaurio es uno de los terópodos de mayor tamaño
conocidos y es una prueba contundente de lo inmensos que podían llegar a ser
los terópodos en el Mesozoico.
Hábitat
Desde hace 100 a 94 millones de
años, lo que hoy es Argentina estaba compuesto por una variedad de panoramas
que incluían desde grandes zonas boscosas hasta amplios terrenos abiertos ocasionalmente
afectados por actividad volcánica. En estos paisajes diversos cercanos al
océano, el Giganotosaurio compartía su entorno con otros dinosaurios de gran
tamaño y daba caza una amplia gama de presas, incluyendo enormes saurópodos
tinanosáuridos como el Argentinosaurio, diversidad de ornitópodos como el pequeño
Loncosaurio e incluso, otros terópodos más pequeños como los unenlagíinos,
además de que probablemente competiría con la gran variedad de abelisáuridos que
predominaban entonces en aquellas tierras como el Ekrixinatosaurio e incluso,
con otros carcarodontosáuridos como el Mapusaurio.
Comportamiento
No se conoce mucho sobre el
comportamiento del Giganotosaurio, pero al contar con pruebas fósiles que
permiten sugerir que su pariente cercano, el Mapusaurio y que muchas de sus
presas potenciales eran saurópodos de tamaño considerable, se teoriza que este
gran depredador se convivía en grupos. De esta forma, tendría mayores
probabilidades de derribar presas arduas y de gran tamaño, además de que
facilitaría la vigilancia y cuidado de las crías para así garantizar su
supervivencia. Sin embargo, dada la falta de pruebas directas, la posibilidad
de que haya sido un animal territorial y de conducta solitaria no es del todo
descartada.