Un cordial saludo a todos.
Tras más de un mes sin novedades en el blog, hoy éste se actualiza con la dinoficha de un terópodo muy peculiar e interesante. Es pariente del famoso Espinosaurio, siendo quizás uno de los miembros más conocidos de esa enigmática familia. Se trata del Baryonyx walkeri.
Baryonyx
Imagen del Museo de Historia Natural de Londres
Localización:
Europa
Clasificación:
Saurischia, Terópodo, Espinosáurido
Significado
del nombre: Garra Pesada
Tamaño:
9 a 10 metros de largo
Período:
Cretáceo
Dieta:
Combinación de Piscívora y Carnívora
Características
El Baryonyx fue un terópodo
relativamente grande, el cual alcanzaba una longitud probablemente cercana a
los 10 metros, una altura de aproximadamente, 2.7 metros y un peso oscilante
entre las 1.5 y las 2.7 toneladas. Una de sus características más
sobresalientes es su cráneo alargado y de forma tubular en el que poseía
mandíbulas parecidas a las de los cocodrilos, las cuales contaban con cerca de 96
dientes, según sugieren algunos expertos, contando con 32 en las mandíbulas
superiores y con 64 en las inferiores. Estos dientes son más lisos, ampliados y
proporcionalmente más pequeños que los que se aprecian en la mayoría de los
terópodos y adoptan una forma cónica. Los más largos se encuentran al borde del
morro, tras el cual se observa una diastema similar a la que poseen los
cocodrilos. Estas características indican que sus mandíbulas estaban mejor
adaptadas para la captura de presas escurridizas que para el desgarre de carne,
ya que estas herramientas son útiles a la hora de atraparlas sin que éstas
escapen. Otro rasgo inusual es el hecho de que las fosas nasales se ubican a
casi 10 cm de la punta del hocico, estando más atrás que en el resto de los
terópodos. Según algunos investigadores, es probable que el Baryonyx tuviese
una pequeña cresta en la parte superior del cráneo, como la que se aprecia en
varios de sus relativos. Su cuello era moderadamente largo y poco robusto con
relación al de otros terópodos de gran tamaño y estaba posicionado casi
paralelamente al suelo. Otra característica resaltante en este dinosaurio son
las garras de 25 cm que se ubicaban en el primer dedo de sus patas delanteras.
Cada una de éstas tenía una forma curva muy resaltada, asimilándose a un
garfio. Si bien su uso es objeto de debate, es sabido que tenían una función
importante en el estilo de vida del dinosaurio, idea que es reforzada por el
hecho de que sus brazos también eran relativamente largos y fuertes. Las patas
traseras eran largas y estaban compuestas por un fémur y una tibia
moderadamente anchos y similares en longitud. Algunos paleontólogos especulan
que éstas eran considerablemente fuertes y que pudieron haber sido útiles para nadar,
valiéndose también de su cola para propulsarse en el agua.
Descubrimiento e Historia
Los primeros restos de Baryonyx
fueron descubiertos en 1983 por el coleccionista de fósiles inglés, William
Walker en un pozo de arcilla cerca de Ockley en Surrey, Inglaterra. Lo primero
que divisó fue una enorme garra que sobresalía del suelo. Tras este hallazgo,
comenzó a excavar el lugar junto a un equipo y desenterró un esqueleto parcial
que incluía una buena parte del cráneo de la criatura. Tras extraer los huesos,
los llevó al entonces llamado Museo Británico (hoy, el Museo de Historia
Natural de Londres), donde sería estudiado durante los posteriores tres años y
algunos paleontólogos pensarían que se trataba de un cocodrilo prehistórico o
incluso, un rauisúquido cretácico. No obstante, en 1986, el desafiante fósil
sería formalmente descrito por Alan Charig y Angela Milner, quienes lo
nombrarían "Baryonyx walkeri", que quiere decir "Garra Pesada de
Walker", en honor a su descubridor. Tras exhaustivas observaciones, Charig
y Milner descubrieron que se trataba de un terópodo, pero muy inusual al cual clasificaron
en una nueva familia llamada "Baryonychidae" (baryoníquidos). No
sería hasta 1998 que, tras varios hallazgos y estudios no sólo centrados en el
Baryonyx, sino también en algunos de sus relativos, éste sería reclasificado
como un espinosáurido, grupo que fue nombrado 74 años antes. Desde entonces, se
han extraído varios fósiles en su mayoría, fragmentarios no sólo en Inglaterra,
sino también en España y Portugal.
Alimentación Especializada
El Baryonyx cuenta con
características poco comunes para los estándares de un terópodo. La estructura
de sus mandíbulas alargadas y la forma de sus dientes sugieren que más que para
derribar presas de gran tamaño, este terópodo estaba hecho para capturar presas
escurridizas. Los paleontólogos rápidamente notaron que sus mandíbulas eran
similares a las de algunos cocodrilos, como el actual gavial y que parecen
estar perfectamente adaptadas para atrapar peces. Esta idea se reforzó con el
hallazgo de escamas y dientes de peces en la cavidad estomacal de la criatura,
lo cual reveló que éstos constituían una parte importante de su alimentación. Es
de tener en cuenta además que su entorno era considerablemente húmedo y que
restos de peces de hasta 3 metros de largo se han encontrado en las cercanías
de sus fósiles, pudiendo haber sido una presa común para un piscívoro de gran
tamaño, como probablemente lo fue el Baryonyx. Probablemente, el Baryonyx
internaba la parte delantera de su hocico en el agua mientras sus fosas nasales
sobresalían, permitiéndole respirar mientras atrapaba a su presa. La diastema
en su morro era útil para incrustar cualquier pez en sus mandíbulas sin que
éste escapara. No obstante, es sabido que la alimentación del Baryonyx no
estaba restringida a la ictiofagia. Los huesos de lo que probablemente fue un
ejemplar joven de Iguanodón fueron descubiertos entre las costillas del
esqueleto de Baryonyx junto a los fósiles de peces. Si bien la mayoría de los
paleontólogos sugiere que el Iguanodón ya estaba muerto cuando el Baryonyx
comenzó a alimentarse de él, un estudio publicado en 2013 indicó que las
mandíbulas del Baryonyx podían resistir más fuerza que la del gavial actual,
siendo comparables a las del cocodrilo de hocico estrecho africano, por lo que
es posible que el Baryonyx también pudiese cazar animales de tamaño medio.
Garras de Garfio
El Baryonyx tenía brazos
relativamente fuertes en los que, como en la mayoría de los terópodos, contaba
con manos provistas de tres dedos. En el primero de éstos poseía una garra de
25 cm de largo, la cual tenía forma de garfio. Algunos científicos han sugerido
que ésta era útil para capturar presas potenciales, como por ejemplo, peces. No
obstante, existe controversia en el asunto y actualmente es más aceptada la
idea de que el Baryonyx usara sus garras, más que para capturar a su presa, para
sujetarla y desgarrarla una vez el animal la capturaba con su hocico, de modo
que las garras serían utilizadas para esquilar la carne de las mismas, pues sus
dientes no parecían estar diseñados para este fin.
Hábitat
El Baryonyx habitó en lo que
actualmente es Inglaterra y parte de la Península Ibérica desde hace cerca de
130 millones de años hasta hace aproximadamente, 125 millones de años, a principios
del período cretácico. Durante ese tiempo, Europa estaba dividida en varias
islas de diferente extensión, las cuales estaban separadas del continente en la
región oriental por un mar poco profundo al que los geólogos conocen como el
Mar de Tetis. Éste era un lugar predominantemente pantanoso que disfrutaba de
un clima cálido durante todo el año y era abundante en diferentes tipos de
coníferas, arecáceas y helechos. Lo que hoy es Inglaterra estaba unido a la
actual Península Ibérica y en ese entonces su superficie consistía en el delta
de una serie de ríos vinculados a un estuario conocido como el Lago Wealden. En
este mundo húmedo y denso, el Baryonyx aprovechaba la abundante fauna acuática
que allí se desarrollaba y coexistía con otros terópodos, como el Neovénator y
el Eotyrannus, así como con ornitópodos, como el Iguanodón y el Hypsilophodon y
con saurópodos, como el Pelorosaurio.
Comportamiento
Debido a
la escasez de material, es poco lo que se sabe sobre el comportamiento del Baronyx.
Sin embargo, al considerar que este terópodo, como todos los espinosáuridos,
parece compartir varias características con los cocodrilos y que su dieta consistía
mayormente en peces, los paleontólogos sugieren que éste pasaba la mayor parte
de su vida cerca de los grandes cuerpos de agua, alimentándose de fauna
acuática, de los restos de animales que morían allí y posiblemente, de otros
dinosaurios de tamaño medio. Existe duda
sobre la conducta social del Baryonyx. Algunos opinan que como algunos
cocodrilos, el Baryonyx pudo haber convivido en pequeños grupos. Otros opinan
que, debido al tipo de presas que tendía a cazar, prefería optar por un estilo
de vida solitario. Independientemente del comportamiento social que asumía
habitualmente, es posible que como se ve en algunos cocodrilos actuales, en la
época de reproducción, el Baryonyx se reuniera en grupos donde los machos se
reproducirían con varias hembras y viceversa y que una vez finalizado el
apareamiento, las hembras serían las que tendrían que velar por el desarrollo y
cuidado de las crías durante un período de tiempo determinado después del cual
incluso podría llegar a verlos como alimento.
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