Muy buenas a todos, apreciados lectores.
Pues luego de unas pequeñas vacaciones, vuelven las
dinofichas. En esta ocasión, cerramos el año con la dinoficha de uno de los
terópodos más grandes conocidos, pero también uno de los más intrigantes y
misteriosos. La forma de sus dientes inspiró su largo y fascinante nombre y a
su vez, le ha dado el apodo de "El tiburón de tierra". Así es, estamos
hablando del Carcharodontosaurio.
Carcharodontosaurio
Localización:
África
Clasificación:
Saurischia, Terópodo, Carcharodontosáurido
Significado
del nombre: Lagarto con Dientes de Tiburón
Tamaño:
12 a 14 metros de largo
Período:
Cretáceo
Dieta:
Carnívoro
Características
El Carcharodontosaurio es uno de
los dinosaurios carnívoros más grandes conocidos, llegando a medir entre 12 y
14 metros de largo, 4.5 de alto y pesando de 4 a 6 toneladas. Sin embargo, su
cuerpo era de contextura esbelta, lo que probablemente le daba agilidad. Su
cráneo era enorme, llegando a medir hasta 1.53 metros de largo. No obstante, su
cavidad cerebral era pequeña aún comparada con la de otros terópodos similares
en tamaño, como el Tiranosaurio. Como otros allosauroides, el
Carcharodontosaurio tenía una cresta poco prominente que se extendía desde el
lagrimal (la parte frontal de la fosa orbital) hasta la nariz. La característica
más resaltante en esta criatura eran sus grandes mandíbulas provistas de
dientes largos, finos, aserrados y levemente curvados hacia atrás, los cuales
estaban bordeados por surcos, siendo este diseño similar al visto en los
dientes de los tiburones. De ahí, su nombre (Carcharodontosaurio significa
"dientes de tiburón"). Cada mandíbula superior contenía hasta 18
dientes, mientras que en las inferiores se podrían observar hasta 14 dientes,
sumando un total de 64 dientes. La estructura de la mandíbula y de los dientes,
sin embargo, no estaba hecha para causar una mordida letal, sino más bien, para
arrancar grandes trozos de carne, por lo que se sugiere que este animal mataba
a sus presas por desangramiento, mordiéndolas una o varias veces hasta que ésta
cayera debilitada por la pérdida de sangre. Como todo carnosaurio, el
Carcharodontosaurio poseía miembros delanteros relativamente largos en los que
presentaba afiladas garras que probablemente utilizaría como arma a la hora de
cazar o de luchar. También presentaba patas traseras largas y fuertes con un
diseño formidable a la hora de correr, que le permitiría alcanzar quizá
velocidades de entre 30 o casi 50 km/h, según algunos expertos.
Descubrimiento e Historia
Los primeros fósiles de
Carcharodontosaurio fueron excavados en Algeria, África en 1925 por los
paleontólogos franceses, Charles Depéret y Justin Savornin. Estos primeros
fragmentos consistían en un maxilar parcial, un nasal y un hueso parietal, algunos
dientes, vértebras cervicales y caudales, un ungueal manual, un hueso ilíaco, un
pubis, un fémur y un peroné. En 1927, los propios Depéret y Savornin lo
describirían como una especie de Megalosaurio, nombrándolo "Megalosaurio
saharicus", que significa "Gran lagarto del Sahara". No
obstante, en 1931, Ernst Stromer revisaría los fósiles y renombraría a la
especie como "Carcharodontosaurio saharicus", literalmente
"Lagarto con dientes de tiburón del Sahara" debido a la forma de sus
dientes, los cuales eran casi bilateralmente simétricos y tenían bordes convexos,
asemejándose a los del gran tiburón blanco de la actualidad. Este primer
ejemplar de Carcharodontosaurio fue destruido durante la Segunda Guerra
Mundial. Afortunadamente, un nuevo espécimen caracterizado por un cráneo parcial
fue extraído en 1995 de una formación en Kem Kem, Marruecos por un equipo de la
Universidad de Chicago, liderado por Paul Sereno, quien más tarde, en 2007,
describiría una segunda especie de Carcharodontosaurio junto a Stephen
Brusatte, a la que llamaría "Carcharodontosaurio iguidensis". Esta
segunda especie se conoce por varios fragmentos del cráneo y una pequeña
porción del esqueleto descubiertos en 1997 en la Formación de Echkar, en Níger.
Tamaño Polémico
Los pocos huesos de
Carcharodontosaurio hallados hasta hoy revelan que éste se encuentra entre los
terópodos más grandes conocidos. De hecho, cuando Paul Sereno anunció el
hallazgo de un nuevo cráneo a mediados de la década de 1990, el
Carcharodontosaurio ganó fama como uno de los primeros dinosaurios carnívoros
en superar las dimensiones del célebre Tiranosaurio rex. Sin embargo, muchos afirman que el
material recopilado no es suficiente para establecer estimaciones
sólidas. La parte del cráneo hallada por Sereno y sus colegas en 1995
representa el espécimen de mayor tamaño hasta ahora estudiado. Las
reconstrucciones del cráneo completo oscilan entre 1.53 y 1.60 metros de largo.
Relacionando estas estimaciones con otras partes del esqueleto y comparándolas
con las de otros dinosaurios similares, se cree que el Carcharodontosaurio
alcanzaría una longitud de entre 12 y 14 metros de largo, rivalizando en tamaño con el T-rex y con su relativo de mayor tamaño, el Giganotosaurio por el segundo o tercer lugar en la escala del terópodo
más grande conocido (siendo éstos superados por el Espinosaurio, cuya logitud actualmente se estima en poco más de 15 metros). Sin embargo, las estimaciones actualmente propuestas para
el Carcharodontosaurio son frecuentemente cuestionadas y es necesaria la obtención
de más material fósil para corroborarlas y proponer medidas precisas, lo que significa
que las dimensiones del animal podrían ser mayores o menores de lo que
actualmente se especula. No obstante, no hay duda de que éste es uno de los
terópodos más grandes de los que se tiene evidencia.
Hábitat
Lo que hoy es el Desierto del
Sahara en el Norte de África, hace de 110 a 93 millones de años, a mediados del
Cretáceo, cuando el Carcharodontosaurio habitaba la Tierra, era un lugar muy
diferente, cubierto de planicies inundables, ciénagas y bosques tropicales poco
extensos. También existían zonas poco exuberantes que incluían vastas sabanas, bosques
secos e incluso áreas mayormente rocosas y casi desérticas. Esta amplia diversidad
de hábitats probablemente se debió a la ubicación geográfica del continente en
aquel entonces, así como al hecho de que el norte del mismo colindaba con el
mar por el Norte, el Este y el Sudoeste, dotándolo de un clima más variado. Es
probable que el Carcharodontosaurio habitara las zonas menos frondosas, pues
sería aquí donde abundaban las presas más grandes que incluían saurópodos como
el Paralititán y el Rebbachisaurio. Probablemente, también daba caza a
terópodos más pequeños como el Deltadromeus y el Rugops, por nombrar algunos
ejemplos. Del mismo modo, ocasionalmente encontraría competencia en otros
depredadores de gran tamaño, como el Sauroniops, con el cual estaba
estrechamente emparentado y posiblemente, en el Espinosaurio, el cual lo superaba
en tamaño y probablemente poblaba las zonas más húmedas y que por lo general, se
concentraba en presas distintas a las suyas, aunque no es de sorprender que
en circunstancias adversas, es posible que se desataran enfrentamientos entre estos dos
titanes con el objeto de ganar acceso a una fuente de alimento común.
Comportamiento
Es poco lo que se conoce sobre el
comportamiento del Carcharodontosaurio. Sin embargo, al considerar el tipo de
presas con las que compartía su entorno y al compararlo con otros dinosaurios
similares, muchos paleontólogos sugieren que éste se reunía en pequeños grupos
de dos o más individuos. Este estilo de vida grupal no sólo le ayudaría a abatir
grandes presas como el Paralititán y otros saurópodos, sino que le facilitaría
el cuidado de sus crías. De hecho, hay quien sugiere que estos grupos podrían
tratarse en su mayoría de clanes familiares. No obstante, existe controversia
sobre esta teoría y hay quien sugiere que debido a la hostilidad de su entorno,
el Carcharodontosaurio preferiría adoptar un estilo de vida solitario y un
comportamiento territorial. Los partidarios de esta línea de pensamiento
sugieren que el Carcharodontosaurio se limitaría a cazar presas similares o
menores en tamaño, como los ornitópodos, los terópodos más pequeños o incluso
saurópodos jóvenes que no superaban la mitad del tamaño de los adultos. Es
probable que de asumir esta conducta, la reproducción se llevara a cabo con
mucha cautela y que una vez efectuada, las crías quedaran temporalmente bajo el
cuidado exclusivo de la hembra, de forma similar a lo que ocurre con algunas
aves y cocodrilos en la actualidad.
Buen articulo, el Carcarodontosaurio era un animal increíble, ojala porto se haga un re-descubrimiento.
ResponderEliminar