30 de diciembre de 2014

Dinoficha: Carcharodontosaurio

Muy buenas a todos, apreciados lectores.

Pues luego de unas pequeñas vacaciones, vuelven las dinofichas. En esta ocasión, cerramos el año con la dinoficha de uno de los terópodos más grandes conocidos, pero también uno de los más intrigantes y misteriosos. La forma de sus dientes inspiró su largo y fascinante nombre y a su vez, le ha dado el apodo de "El tiburón de tierra". Así es, estamos hablando del Carcharodontosaurio.

Carcharodontosaurio


Localización: África
Clasificación: Saurischia, Terópodo, Carcharodontosáurido
Significado del nombre: Lagarto con Dientes de Tiburón
Tamaño: 12 a 14 metros de largo
Período: Cretáceo
Dieta: Carnívoro

Características
El Carcharodontosaurio es uno de los dinosaurios carnívoros más grandes conocidos, llegando a medir entre 12 y 14 metros de largo, 4.5 de alto y pesando de 4 a 6 toneladas. Sin embargo, su cuerpo era de contextura esbelta, lo que probablemente le daba agilidad. Su cráneo era enorme, llegando a medir hasta 1.53 metros de largo. No obstante, su cavidad cerebral era pequeña aún comparada con la de otros terópodos similares en tamaño, como el Tiranosaurio. Como otros allosauroides, el Carcharodontosaurio tenía una cresta poco prominente que se extendía desde el lagrimal (la parte frontal de la fosa orbital) hasta la nariz. La característica más resaltante en esta criatura eran sus grandes mandíbulas provistas de dientes largos, finos, aserrados y levemente curvados hacia atrás, los cuales estaban bordeados por surcos, siendo este diseño similar al visto en los dientes de los tiburones. De ahí, su nombre (Carcharodontosaurio significa "dientes de tiburón"). Cada mandíbula superior contenía hasta 18 dientes, mientras que en las inferiores se podrían observar hasta 14 dientes, sumando un total de 64 dientes. La estructura de la mandíbula y de los dientes, sin embargo, no estaba hecha para causar una mordida letal, sino más bien, para arrancar grandes trozos de carne, por lo que se sugiere que este animal mataba a sus presas por desangramiento, mordiéndolas una o varias veces hasta que ésta cayera debilitada por la pérdida de sangre. Como todo carnosaurio, el Carcharodontosaurio poseía miembros delanteros relativamente largos en los que presentaba afiladas garras que probablemente utilizaría como arma a la hora de cazar o de luchar. También presentaba patas traseras largas y fuertes con un diseño formidable a la hora de correr, que le permitiría alcanzar quizá velocidades de entre 30 o casi 50 km/h, según algunos expertos.

Descubrimiento e Historia
Los primeros fósiles de Carcharodontosaurio fueron excavados en Algeria, África en 1925 por los paleontólogos franceses, Charles Depéret y Justin Savornin. Estos primeros fragmentos consistían en un maxilar parcial, un nasal y un hueso parietal, algunos dientes, vértebras cervicales y caudales, un ungueal manual, un hueso ilíaco, un pubis, un fémur y un peroné. En 1927, los propios Depéret y Savornin lo describirían como una especie de Megalosaurio, nombrándolo "Megalosaurio saharicus", que significa "Gran lagarto del Sahara". No obstante, en 1931, Ernst Stromer revisaría los fósiles y renombraría a la especie como "Carcharodontosaurio saharicus", literalmente "Lagarto con dientes de tiburón del Sahara" debido a la forma de sus dientes, los cuales eran casi bilateralmente simétricos y tenían bordes convexos, asemejándose a los del gran tiburón blanco de la actualidad. Este primer ejemplar de Carcharodontosaurio fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Afortunadamente, un nuevo espécimen caracterizado por un cráneo parcial fue extraído en 1995 de una formación en Kem Kem, Marruecos por un equipo de la Universidad de Chicago, liderado por Paul Sereno, quien más tarde, en 2007, describiría una segunda especie de Carcharodontosaurio junto a Stephen Brusatte, a la que llamaría "Carcharodontosaurio iguidensis". Esta segunda especie se conoce por varios fragmentos del cráneo y una pequeña porción del esqueleto descubiertos en 1997 en la Formación de Echkar, en Níger.

Tamaño Polémico
Los pocos huesos de Carcharodontosaurio hallados hasta hoy revelan que éste se encuentra entre los terópodos más grandes conocidos. De hecho, cuando Paul Sereno anunció el hallazgo de un nuevo cráneo a mediados de la década de 1990, el Carcharodontosaurio ganó fama como uno de los primeros dinosaurios carnívoros en superar las dimensiones del célebre Tiranosaurio rex. Sin embargo, muchos afirman que el material recopilado no es suficiente para establecer estimaciones sólidas. La parte del cráneo hallada por Sereno y sus colegas en 1995 representa el espécimen de mayor tamaño hasta ahora estudiado. Las reconstrucciones del cráneo completo oscilan entre 1.53 y 1.60 metros de largo. Relacionando estas estimaciones con otras partes del esqueleto y comparándolas con las de otros dinosaurios similares, se cree que el Carcharodontosaurio alcanzaría una longitud de entre 12 y 14 metros de largo, rivalizando en tamaño con el T-rex y con su relativo de mayor tamaño, el Giganotosaurio por el segundo o tercer lugar en la escala del terópodo más grande conocido (siendo éstos superados por el Espinosaurio, cuya logitud actualmente se estima en poco más de 15 metros). Sin embargo, las estimaciones actualmente propuestas para el Carcharodontosaurio son frecuentemente cuestionadas y es necesaria la obtención de más material fósil para corroborarlas y proponer medidas precisas, lo que significa que las dimensiones del animal podrían ser mayores o menores de lo que actualmente se especula. No obstante, no hay duda de que éste es uno de los terópodos más grandes de los que se tiene evidencia.

Hábitat
Lo que hoy es el Desierto del Sahara en el Norte de África, hace de 110 a 93 millones de años, a mediados del Cretáceo, cuando el Carcharodontosaurio habitaba la Tierra, era un lugar muy diferente, cubierto de planicies inundables, ciénagas y bosques tropicales poco extensos. También existían zonas poco exuberantes que incluían vastas sabanas, bosques secos e incluso áreas mayormente rocosas y casi desérticas. Esta amplia diversidad de hábitats probablemente se debió a la ubicación geográfica del continente en aquel entonces, así como al hecho de que el norte del mismo colindaba con el mar por el Norte, el Este y el Sudoeste, dotándolo de un clima más variado. Es probable que el Carcharodontosaurio habitara las zonas menos frondosas, pues sería aquí donde abundaban las presas más grandes que incluían saurópodos como el Paralititán y el Rebbachisaurio. Probablemente, también daba caza a terópodos más pequeños como el Deltadromeus y el Rugops, por nombrar algunos ejemplos. Del mismo modo, ocasionalmente encontraría competencia en otros depredadores de gran tamaño, como el Sauroniops, con el cual estaba estrechamente emparentado y posiblemente, en el Espinosaurio, el cual lo superaba en tamaño y probablemente poblaba las zonas más húmedas y que por lo general, se concentraba en presas distintas a las suyas, aunque no es de sorprender que en circunstancias adversas, es posible que se desataran enfrentamientos entre estos dos titanes con el objeto de ganar acceso a una fuente de alimento común.

Comportamiento
Es poco lo que se conoce sobre el comportamiento del Carcharodontosaurio. Sin embargo, al considerar el tipo de presas con las que compartía su entorno y al compararlo con otros dinosaurios similares, muchos paleontólogos sugieren que éste se reunía en pequeños grupos de dos o más individuos. Este estilo de vida grupal no sólo le ayudaría a abatir grandes presas como el Paralititán y otros saurópodos, sino que le facilitaría el cuidado de sus crías. De hecho, hay quien sugiere que estos grupos podrían tratarse en su mayoría de clanes familiares. No obstante, existe controversia sobre esta teoría y hay quien sugiere que debido a la hostilidad de su entorno, el Carcharodontosaurio preferiría adoptar un estilo de vida solitario y un comportamiento territorial. Los partidarios de esta línea de pensamiento sugieren que el Carcharodontosaurio se limitaría a cazar presas similares o menores en tamaño, como los ornitópodos, los terópodos más pequeños o incluso saurópodos jóvenes que no superaban la mitad del tamaño de los adultos. Es probable que de asumir esta conducta, la reproducción se llevara a cabo con mucha cautela y que una vez efectuada, las crías quedaran temporalmente bajo el cuidado exclusivo de la hembra, de forma similar a lo que ocurre con algunas aves y cocodrilos en la actualidad.

1 comentario:

  1. Buen articulo, el Carcarodontosaurio era un animal increíble, ojala porto se haga un re-descubrimiento.

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